Hay un adversario en nuestra vida que nos impide crecer, desarrollarnos y hasta alcanzar nuestros sueños. Hay un enemigo que se levanta en contra de nosotros, un gran gigante al que se nos hace difícil derribar, una gran muralla, una gran barrera, una realidad con la que es difícil combatir.
Ese gran enemigo somos nosotros mismos cuando no hemos vencido a ese YO, a ese ego, o esas actitudes que no hemos dejado que Dios las moldee y las convierta en algo provechoso para nosotros.
No todos tenemos las mismas luchas internas, para algunos es un problema para otros es otro, a algunos los afecta la vanidad y la vanagloria mas a otros los afectan la falta de autoestima o amor propio, etc., existen diversas clases de problemas pero siempre la raíz de todos estos es muchas veces la falta de dominio propio que halla en nosotros.
La palabra de Dios dice;
2 Timoteo 1:7
Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.
Yo podría asegurar lo siguiente:
Ø No hay persona que llamándose conquistador, no haya vencido algún temor o algún problema.
Ø No hay ser humano que no haya tenido nunca un problema.
Ø No hay persona de éxito que primero no haya tenido innumerables fracasos.
Aquellas personas que alcanzaron el éxito, que cumplieron sus sueños en la vida, vencieron sus propias debilidades, los prejuicios, sus miedos, vencieron su enemigo interno y después completaron el propósito que tenían, nada los pudo detener en su camino al éxito.
Hoy puedes vencer todo aquello que este dentro de ti que no te deja avanzar, solo agárrate de la palabra de Dios y pídele en oración que te de la fortaleza para seguir adelante, recuerda lo que dice el apóstol Pablo en Filipenses 4:13
“Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.”
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